Las estrellas iluminaban la noche, la luna acompañaba a la nostalgia de aquel gran amor que tanto quiso, amor que será inolvidable y que hoy solo queda en un gran recuerdo de un corazón enamorado.
Pensar que esa noche sería la última vez que te vería, recordar que hace poco estábamos juntos y oírte decir : “TE AMO” palabras que siempre quedarán grabadas en mi memoria como todo lo maravilloso que fue estar junto a ti.
Eran las 8pm, yo te esperaba con ansias como cada noche en mi casa, sin imaginar que ya no volvería a esperarte como siempre, (sonó el timbre) es él, el amor toca a mi puerta, dije emocionada.
- Ella: i Hola! Mi amor.
- Él: Hola princesa (se besan).
- Ella: Sabes, te extrañé tanto, eres lo mejor que tengo, nunca te alejes de mi.
- Él: Nunca mi amor, y desde donde esté, si es de noche te acompañaré en cada estrella.
- Ella: y… si ¿es de día?
- Él: estaré en casa latido de tu corazón.
En otro cálido y hermoso beso se selló una vez más que el amor de ambos era puro y sincero, que no había nada que opaque ese sentimiento y que cada momento era único y verdadero.
Al transcurrir las horas, Tania y Josué la pasaban muy bien juntos, conversaban de todo un poco y los besos complementaban aquella grata y dulce compañía de los dos. Él la lleva a su casa y en la puerta le dice:
- Él: Amor, Sabes cada momento contigo es único, cuando estoy cerca de ti no se que me pasa, siento que el tiempo se detiene y que las horas no cuentan si estas a mi lado.
- Ella: corazón, me harás llorar, no quiero que esto acabe nunca, eres lo que tanto esperaba y sin temor a equivocarme, el amor de mi vida.
- Él: Princesa, hoy me siento con ganas de decirte tantas cosas pero sé que si algún día no estoy a tu lado recuerda que desde donde esté seré la estrella que te iluminará desde la ventana de tu cuarto para que no se te sientas sola y en cada latido será mi voz decir: TE AMO!
- Ella: Amor que linda palabras, pero por favor no me asustes, siento como si te despidieras.
- Él: tranquila, todo está bien, solo tenía la necesidad de decírtelo.
- Ella: ¿Me das un beso? , pero que sea el más especial, uno que me llegue al alma y que sostenga hasta que te vuelva a ver.
- ÉL: Claro que sí mi amor, hasta volverte a ver.
(Y ese beso fue el último, un beso que jamás Tania pudo olvidar, que aún lo recuerda como si fuera ayer.)
Al llegar a casa, Josué empezó a sentirse mal, un dolor muy fuerte en pecho y no pasó mucho tiempo y un infarto lo llevó a su triste final.
Cuando me enteré de lo que te había pasado, sentí morir, no podía creerlo, tú mi gran amor ya no estabas más conmigo pero entre mi dolor recordé aquellas palabras que me dijiste: “Recuerda que desde donde esté seré la estrella que te iluminará desde la ventana de tu cuarto para que no se te sientas sola y en cada latido será mi voz decir: TE AMO!”.
Aunque te extraño demasiado, esas palabras son mi consuelo, pero sé que muy pronto estaremos juntos, mientras tanto todas las noches te contemplo desde mi ventana y cada día mi sustento es oír tu voz decir: TE AMO en cada latido.