Me basto enfundar mi revólver FN Barracuda 357 para poder eliminar a ese pobre desgraciado. Todo estaba bien elaborado y a las finales el plan marcho a la perfección.
¿El motivo de asesinarlo? simple.Todo comenzó hace días cuando mi vida no daba un giro inesperado, soy un tipo normal, nunca le he buscado problemas a nadie, he querido vivir siempre de lo mejor, incluso hasta cuando mis familiares fallecieron y tuve que quedar al cuidado de mi modesto hogar.
Al contrario de otros, las responsabilidades en mi siempre las llevaba al pie de la letra, no había ni un solo detalle en mi hogar que no se me escapará. Me considero un maldito obsesivo de mis cosas.
Pero venga, vamos al asunto de por sí. Ocurre que mi mejor amiga me presentó a un simpático joven, su estatura era mediana, supongo que mediría 1.68, no gran cosa frente a lo que yo medía, 1.75.
Resulta que el tipo se presentó como todo un galán de telenovela, sin embargo, terrible fue mi sorpresa cuando al pasar las semanas, conocí su verdadera personalidad. Siempre me llegaba comentarios negativos de otras personas que él era una persona cruel, que trataba pésimo a las mujeres y nunca se arrepentía.
Esto sucedió durante casi 1 mes, hasta tal punto que llegó a golpear hasta a mi mejor amiga. No soporte más y decidí planificar algo macabro. Tenía un familiar que atendía en un establecimiento de venta de armas, así que adquirí un revólver FN Barracuda 357.
Llamé al tipo a mi casa - para eso había entablado una confianza en el transcurso de la semana- curiosamente, conmigo nunca tuvo ningún problema.
Al llegar a mi hogar, se acomodó tranquilamente, como todo un confianzudo. Fue entonces cuando le dije que esperara un momento, iría por algo para tomar a la cocina. Ya dentro de la cocina, preparé el revólver e hice el movimiento de cortar la luz en toda mi casa, cuando lo hice, pude escuchar el reclamo del sujeto preguntándose si había ocurrido algo malo.
Y es así como salí entre la oscuridad que cubría mi esbelto cuerpo, y solo el reflejo del revólver, anunciaba la pronta muerte de esta cruel persona.
El se quedó inmutado, no sabía como reaccionar, se preguntaba el porqué iba a hacer algo tan estúpido ¡Qué cínico! encima tiene toda la frescura de preguntarse. Fue entonces cuando le hablé acerca del mal trato que tenía con las mujeres y que la gota que derramo el vaso fue el haber golpeado a mi mejor amiga.
Como todo cobarde en aprietos, pidió disculpas y comenzó a arrodillarse. Por supuesto no tenía intención de seguir charlando y fue entonces cuando me basto enfundar mi revólver FN Barracuda 357 para poder eliminar a ese pobre desgraciado.
Y así fue, un tiro en la cabeza, y ya no volvería a causar problemas. Lástima por él, pero eso le sucederá a cualquier persona que se meta de nuevo con mi mejor amiga, sin embargo, ahora tendría que ocuparme del cuerpo, y retomar mis manías de ordenar las cosas porque todo estaba hecho un desastre.
Samuel Moreno Luna
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