Repentinamente ir a cualquier parte
del mundo y por casualidades de la vida la persona que tanto esperabas, sin buscarla, simplemente esperarla a que llegue sola sin forzar situaciones
estaba más cerca de lo que imaginabas, solo que el destino preparó un encuentro
mágico fuera de lo real.
Alanís era una joven muy atractiva,
de cabellos claros, ojos marrones, mirada tierna y sonrisa angelical, y es que
en la vida no todo es belleza física si no también es valorar la pureza del alma y es que a
su corta edad había sufrido algunas decepciones amorosas lo cual causó que ella, deje de lado por un
tiempo aquel sentimiento llamado amor.
Una mañana la dulce Alanís decide olvidar todas aquellas cosas que la
hacían sentir mal, olvidarse por un momento del mundo y solo dejarse llevar por
todo aquello que la haría sentir mejor, entonces viaja a un lugar turístico del
cual una amiga se lo había comentado quedaba a 5 horas del mundo real en donde
vivía y sin pensar era llamado “Mi limbo
y yo”, y es que desde el momento en que ella estuvo ahí, no deseaba pensar en
la hora de irse, por ella quedarse, se sentía paz, reflejaba un encuentro entre
ella y solo ella, veía mucha gente a su alrededor que podían expresar en sus
rostros aquella felicidad tan ansiada por tantos.
No pensó más y se subió a un tour que
la llevaría a conocer más sobre aquel lugar misterioso y maravilloso que sus
ojos le permitían deleitar, cuando llegó a una hermosa catarata observó a un
hombre que estaba a lo lejos con una guitarra y
dejaba escuchar su melodiosa voz a pesar del murmullo del agua, se
acercó y le preguntó cómo se llamaba y porque cantaba tan cerca a la catarata,
respondió: me llamo césar y canto cerca a la catarata porque sabía que el
verdadero amor se acercaría a mí a preguntármelo sin importar lo peligroso que
es subir hasta aquí solo por saberlo.
Cunya Moyano, Tania
Cunya Moyano, Tania
Pasaron días Alanís y césar se iban
conociendo, todo era mágico y cada momento era especial más si aquel lugar destinado era perfecto,
pero llegó el momento de irse y regresar a la vida de siempre pero con algunos
cambios, cesar le propone a Alanís ya que aquí en el limbo fuimos felices por
algunos días, no dejemos que aquel limbo quede aquí, si no hagamos que el
tiempo y nosotros junto con el decidamos que caminos tomar..ya pasaron 5 años y
cesar y Alanís caminan de la mano por el limbo de la felicidad, no todo es
perfección pero nada tan malo que ellos no pudieran superar.
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