viernes, 9 de noviembre de 2012

Mi limbo y yo


Repentinamente ir a cualquier parte del mundo y por casualidades de la vida la persona que tanto esperabas,  sin buscarla, simplemente esperarla  a que llegue sola sin forzar situaciones estaba más cerca de lo que imaginabas, solo que el destino preparó un encuentro mágico fuera de lo real.
Alanís era una joven muy atractiva, de cabellos claros, ojos marrones, mirada tierna y sonrisa angelical, y es que en la vida no todo es belleza física si no también es  valorar la pureza del alma y es  que  a su corta edad había sufrido algunas decepciones amorosas   lo cual causó que ella, deje de lado por un tiempo aquel sentimiento llamado amor.

Una mañana la dulce Alanís  decide olvidar todas aquellas cosas que la hacían sentir mal, olvidarse por un momento del mundo y solo dejarse llevar por todo aquello que la haría sentir mejor, entonces viaja a un lugar turístico del cual una amiga se lo había comentado quedaba a 5 horas del mundo real en donde vivía y sin pensar era  llamado “Mi limbo y yo”, y es que desde el momento en que ella estuvo ahí, no deseaba pensar en la hora de irse, por ella quedarse, se sentía paz, reflejaba un encuentro entre ella y solo ella, veía mucha gente a su alrededor que podían expresar en sus rostros aquella felicidad tan ansiada por tantos.

No pensó más y se subió a un tour que la llevaría a conocer más sobre aquel lugar misterioso y maravilloso que sus ojos le permitían deleitar, cuando llegó a una hermosa catarata observó a un hombre que estaba a lo lejos con una guitarra y  dejaba escuchar su melodiosa voz a pesar del murmullo del agua, se acercó y le preguntó cómo se llamaba y porque cantaba tan cerca a la catarata, respondió: me llamo césar y canto cerca a la catarata porque sabía que el verdadero amor se acercaría a mí a preguntármelo sin importar lo peligroso que es subir hasta aquí solo por saberlo.
Cunya Moyano, Tania

Pasaron días Alanís y césar se iban conociendo, todo era mágico y cada momento era especial  más si aquel lugar destinado era perfecto, pero llegó el momento de irse y regresar a la vida de siempre pero con algunos cambios, cesar le propone a Alanís ya que aquí en el limbo fuimos felices por algunos días, no dejemos que aquel limbo quede aquí, si no hagamos que el tiempo y nosotros junto con el decidamos que caminos tomar..ya pasaron 5 años y cesar y Alanís caminan de la mano por el limbo de la felicidad, no todo es perfección pero nada tan malo que ellos no pudieran superar.

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